La bota de vino curva clara es cuestión de gustos.
Porque creemos hacer las mejores botas de vino del Mundo, a partir de una experiencia de más de 140 años y 4 generaciones dedicadas a la fabricación de botas de vino de la mejor calidad. En el proceso de fabricación de nuestras botas de vino de interior de pez, realizamos un paso que nuestra competencia se salta y que marca la gran diferencia entre nuestras botas y las del resto. Ese paso es un último baño en agua, que hace que la piel se estire perfectamente, evitando las fugas de líquido por las costuras, quedando la bota perfecta para un uso inmediato y duradero.
La pez es un derivado de la resina del pino o enebro, su función en una bota de vino, es impermeabilizar el interior de la misma, impidiendo que el líquido traspase la piel de la bota. La pez es sólida a temperatura ambiente y está constituida por una mezcla compleja de muchos hidrocarburos. La pez presenta un amplio intervalo de ablandamiento en vez de una temperatura definida de fusión. Cuando se enfría el fundido, la pez solidifica sin cristalización, haciendo que la bota pueda doblarse y deformarse en cierta medida sin perder su impermeabilidad. La pez es apta para su uso como impermeabilizante e inocua para la salud.
Nuestras botas de vino están preparadas para ser usadas desde el primer momento, si quieres, puedes enjuagar primero el interior con agua sin detergente alguno, pero no hace falta ni eso.
Hay dos tipos de bota de vino, las de interior de pez y las de interior de látex. Las botas de látex en vez de disponer de pez como aislante interior, tienen una funda de material látex, con la forma de la bota, la cual contendrá el líquido que se le añada a la bota. La bota de vino de interior de pez, es la bota original, tradicional de toda la vida, de nuestros ancestros. Esta debería de ser tu elección si la quieres principalmente para su uso con vino. Si la quieres para agua, bebidas dulces o carbonatadas, tu elección debería de ser el látex.
En principio puedes usarla para vino y licores de baja graduación. Las bebidas como el vino y licores sin azúcar, pueden conservarse unos días en su interior sin degradarse, pero se recomienda que siempre que una bota de vino no vaya a usarse por un periodo de tiempo, se almacene y conserve del modo adecuado. Las bebidas tipo refrescos y carbonatadas, contienen ácido carbónico CO2 y mucho azúcar y este tipo de bebidas, se recomienda no usarlas en la bota con interior de pez.
El vino puede durar entre 2 y 3 días, pero para conservarlo hay que quitarle todo el aire a la bota. A veces durará menos y otras más, depende de muchos factores. Hay dos procesos en juego cuando el alcohol del vino se transforma en vinagre. El primero es relativamente insignificante. El etanol, el alcohol de las bebidas, reacciona con el oxígeno y forma el ácido acético, una solución diluida a la que llamamos «vinagre». Hasta cierto punto, esto sucede porque el vino está en contacto durante demasiado tiempo con el oxígeno. Lo que realmente convierte el vino en vinagre es la contaminación provocada por una bacteria llamada Acetobacter aceti. Esta bacteria tan común produce una enzima que convierte el etanol en ácido acético.