“Los tres D.D.D.” artesanos boteros desde 1870
Envíos en 48h salvo fines de semana y festivos

Write us an email to if you want to buy from another country (not Spain)

Dichos y Refranes sobre las Botas de vino

Esta es una breve recopilación de refranes, brindis, poemas y sabiduría popular, en la que aparece la bota de vino.

  • Cuando el tabernero vende la bota, o sabe a pez o está rota.
  • Cada bota huele al vino que tiene.
  • Bebe y ata la bota.
  • El vino en bota y la mujer en pelota.
  • A la bota dale el beso después del queso.
  • Hable mi vecino y tenga mi bota de vino.
  • Bebiendo con bota, aunque bebas mucho no se nota.
  • Bebiendo por la bota, parecerá que bebes una gota.
  • Bocado de pan, rajilla de queso y de la bota un beso.
  • Bota sin vino, no vale un comino.
  • El peregrino, antes sin bordón que sin la bota de vino.
  • Ni en verano sin ropa, ni en invierno sin bota.
  • Dar a la bota un beso, no es grave exceso; darlo a una mujer lo suele ser.
  • Bota vacía, la sed no quita.
  • Para echar un trago, cualquier bota es buena.
  • No hagas sin bota el camino, y cuando fueras no la lleves sin vino.
  • El aguilando real es un pernil de tocino, una rastra e longanizas y una buena bota e vino.
  • Gota a gota, se llena la bota.
  • No desearas botella o bota que este vacia o este rota.
  • Al catarro, con el jarro; pero nota que el jarro no es bota.
  • Olla sin tocino, es como bota sin vino.
  • Noble sin dinero y bota sin vino, no valen un comino.
  • Quien bebe mucho de mi bota no se verá en otra.
  • El agua en botijo y el vino en bota.
  • Unos ponen la bota y otros el unto.
  • Una Santa bota de Alaejos, abriga más que los tapices del Rey de Francia.
  • La moza y la bota no se han de pellizcar.

Cervantes en "El Quijote"

"...¡Oh bota que vas colgando del arzón de la silla, por si o por no, eres tan devota mia y te quiero tanto que te prodigo mil besos y mil abrazos, te elevo a las nubes con miedo que recojas el agua!...".

"...Pero lo que más campeó en el campo de aquel banquete fueron seis botas de vino, que cada uno sacó la suya de su alforja: hasta el buen Ricote, que se había transformado de morisco en alemán o en tudesco, sacó la suya, que en grandeza podía competir con las cinco...".

"...Sancho caminaba muy despacio sobre su jumento, y de cuando en cuando empinaba la bota con tanto gusto que le pudiera envidiar el más regalado bodegonero de Málaga...".

"...Sancho callaba y comía bellotas, y visitaba muy a menudo el segundo zaque (odre pequeño) que, porque se enfriase el vino, le tenía colgado de un alcornoque...".



Este sitio utiliza cookies propias y de terceros para fines estrictamente funcionales, permitiendo la navegación en la web, así como para fines analíticos.

Para administrar o deshabilitar estas cookies haz click en 'MODIFICAR'. Puedes obtener más información en nuestra Política de Cookies.

Pulsa el botón 'ACEPTAR' para confirmar que has leído y aceptado la información presentada.
Después de aceptar, no volveremos a mostrarte este mensaje, excepto en el caso de que borres las cookies de tu dispositivo.